NABEEL ALINabil es un perfecto testigo del conflicto posguerra en Irak. Es un ciudadano iraquí que vio cómo, tras la guerra y la supuesta democratización por parte de EE.UU., el país quedó sumido en el caos. Nos cuenta que un grupo de extorsionadores que se dedicaba a saquear a la gente afianzando el poder a base de violencia, trató de ficharle como matón dado que Nabil es un tipo grande, impone. Él se negó rotundamente porque no se podía permitir vivir con la conciencia manchada de dolor.
|
"Me llamo Nabil, soy de Bagdad, nací en 1982. Después de la caída del régimen en 2003, las situación de seguridad se deterioró en Bagdad, en todo Irak, y fue de mal en peor
Desde entonces, se hizo sentir el confesionalismo, la radicalización de los partidos… Comenzaron las explosiones, el terrorismo, los secuestros y los atracos. Cualquier persona de cualquier religión o etnia podía ser víctima. El terrorismo no diferenciaba entre suní, chií, cristiano, kurdo o yazidi.
Así que debido al terrorismo, los precios subieron mucho, había menos oportunidades de trabajo.
Después de 2003, en el 2014 o un poco antes, trabajaba yo como conductor de camión. Tenía un refrigerador donde llevaba y cargaba mercancía de Bagdad a Basora y viceversa, y también de las regiones occidentales; pero empezaron a aumentar los problemas, los atracos, por ejemplo, a personas con propiedades y dinero… etc.
Se juntaban entre 15 o 20 personas a la vez y formaban bandas, vigilaban a esa persona y secuestran a su hijo, mujer, hermana o a un familiar y pedían dinero a cambio del rehén.
Yo soy un hombre pacifico, no tengo nada, pero vinieron unas personas de mi región y me ofrecieron estar con ellos. Me propusieron unirme a ellos. Me dijeron: “ven con nosotros, no tienes a nadie, tu padre está muerto y tu madre también, y no tienes ni hermanos ni hermanas ¿Por qué andas solo y te conformas con ser camionero?”.
Les dije que estaba satisfecho con mi vida, que vivía en casa de mis tíos en Bagdad, en el Barrio de los Mártires, porque no tenía más familia que ellos. Insistieron otra vez, dos, tres veces…
Les dije que no quería unirme me dijeron: “pues entonces lo vas a pagar”. Les dije: “pues no me importa” Así que un día vine de mi trabajo de Basora, dejé el camión en las cocheras… Era… no me acuerdo, miércoles o jueves, aproximadamente a las 11 de la noche, antes del toque de queda. Así que a las 11 o12 de la noche llegué al barrio donde vivía en casa con mis tíos.
Se me acercó una persona, de frente, iba enmascarado y vestido de negro, solo se veían, los ojos, la nariz, y un poco de la boca. Me preguntó algo y al mismo tiempo sentía que me agarraban varias personas. Intenté liberarme y entonces se escuchó un tiro, mientras estaba intentando soltarme recibí un golpe en la cabeza, así que me inmovilizaron. Solo sentí un dolor fuerte en el cuerpo, pero no me daba cuenta de dónde exactamente. Sangraba.
Recobré la consciencia en el hospital y vi que mi pierna estaba rota. No pude identificar a nadie porque iban enmascarados y no pude denunciarlos. La mayoría de las veces ocurre así.
En fin, he estado un año y 2 meses tendido en la cama, hasta que llegué a la conclusión de que allí no tenía vida. Así que decidí casarme. Encontré una buena chica, nos casamos. Tardé en formalizarlo 15 días. Hice el contrato del matrimonio y viajé de Iraq a Turquía y de Turquía a Grecia en balsa, y llegué a aquí, donde estoy más o menos desde el 18 de marzo. Hoy es 4 de julio, es decir, llevamos aquí 4 meses.
Las ONGs vienen, dan una vuelta por aquí, hay ayudas, solidaridad, la gente da comida, bebida, colchones, ropa, en el invierno nos ayudaran pero hay un fallo, no hay registro, este punto lo que queremos que aclarar… Yo he vivido un trauma y casi enloquezco, es decir, no estoy bien, hemos venido aquí por el registro, por estar fuera, por buscar el futuro, queremos trabajar, queremos establecer, yo no tengo niños, quiero tener niños. ¿Voy a quedarme toda mi vida aquí? Si nos dijeran que vamos a quedarnos toda mi vida aquí, pues buscamos una solución. Salimos. Volvemos. ¿De qué nos sirven que nos den comida, bebida, colchones? ¡¿Qué sentido tiene?!
Así que yo le ruego al ser humano que tenga las cualidades del ser humano... bondad, compasión y fe: que busquen una solución para nuestro problema. Que nos registren rápidamente y nos permitan buscarnos la vida.
Gracias por vuestra presencia y por la entrevista, por grabar. Te doy las gracias de corazón. Y ojalá corra la voz. "
Desde entonces, se hizo sentir el confesionalismo, la radicalización de los partidos… Comenzaron las explosiones, el terrorismo, los secuestros y los atracos. Cualquier persona de cualquier religión o etnia podía ser víctima. El terrorismo no diferenciaba entre suní, chií, cristiano, kurdo o yazidi.
Así que debido al terrorismo, los precios subieron mucho, había menos oportunidades de trabajo.
Después de 2003, en el 2014 o un poco antes, trabajaba yo como conductor de camión. Tenía un refrigerador donde llevaba y cargaba mercancía de Bagdad a Basora y viceversa, y también de las regiones occidentales; pero empezaron a aumentar los problemas, los atracos, por ejemplo, a personas con propiedades y dinero… etc.
Se juntaban entre 15 o 20 personas a la vez y formaban bandas, vigilaban a esa persona y secuestran a su hijo, mujer, hermana o a un familiar y pedían dinero a cambio del rehén.
Yo soy un hombre pacifico, no tengo nada, pero vinieron unas personas de mi región y me ofrecieron estar con ellos. Me propusieron unirme a ellos. Me dijeron: “ven con nosotros, no tienes a nadie, tu padre está muerto y tu madre también, y no tienes ni hermanos ni hermanas ¿Por qué andas solo y te conformas con ser camionero?”.
Les dije que estaba satisfecho con mi vida, que vivía en casa de mis tíos en Bagdad, en el Barrio de los Mártires, porque no tenía más familia que ellos. Insistieron otra vez, dos, tres veces…
Les dije que no quería unirme me dijeron: “pues entonces lo vas a pagar”. Les dije: “pues no me importa” Así que un día vine de mi trabajo de Basora, dejé el camión en las cocheras… Era… no me acuerdo, miércoles o jueves, aproximadamente a las 11 de la noche, antes del toque de queda. Así que a las 11 o12 de la noche llegué al barrio donde vivía en casa con mis tíos.
Se me acercó una persona, de frente, iba enmascarado y vestido de negro, solo se veían, los ojos, la nariz, y un poco de la boca. Me preguntó algo y al mismo tiempo sentía que me agarraban varias personas. Intenté liberarme y entonces se escuchó un tiro, mientras estaba intentando soltarme recibí un golpe en la cabeza, así que me inmovilizaron. Solo sentí un dolor fuerte en el cuerpo, pero no me daba cuenta de dónde exactamente. Sangraba.
Recobré la consciencia en el hospital y vi que mi pierna estaba rota. No pude identificar a nadie porque iban enmascarados y no pude denunciarlos. La mayoría de las veces ocurre así.
En fin, he estado un año y 2 meses tendido en la cama, hasta que llegué a la conclusión de que allí no tenía vida. Así que decidí casarme. Encontré una buena chica, nos casamos. Tardé en formalizarlo 15 días. Hice el contrato del matrimonio y viajé de Iraq a Turquía y de Turquía a Grecia en balsa, y llegué a aquí, donde estoy más o menos desde el 18 de marzo. Hoy es 4 de julio, es decir, llevamos aquí 4 meses.
Las ONGs vienen, dan una vuelta por aquí, hay ayudas, solidaridad, la gente da comida, bebida, colchones, ropa, en el invierno nos ayudaran pero hay un fallo, no hay registro, este punto lo que queremos que aclarar… Yo he vivido un trauma y casi enloquezco, es decir, no estoy bien, hemos venido aquí por el registro, por estar fuera, por buscar el futuro, queremos trabajar, queremos establecer, yo no tengo niños, quiero tener niños. ¿Voy a quedarme toda mi vida aquí? Si nos dijeran que vamos a quedarnos toda mi vida aquí, pues buscamos una solución. Salimos. Volvemos. ¿De qué nos sirven que nos den comida, bebida, colchones? ¡¿Qué sentido tiene?!
Así que yo le ruego al ser humano que tenga las cualidades del ser humano... bondad, compasión y fe: que busquen una solución para nuestro problema. Que nos registren rápidamente y nos permitan buscarnos la vida.
Gracias por vuestra presencia y por la entrevista, por grabar. Te doy las gracias de corazón. Y ojalá corra la voz. "